Grazia



En eso reconocí el dominio del Anticristo también en esta tierra donde se hacen esfuerzos por restablecer sin diferencias la dignidad de todos. Ahora bien, no es posible hacer valer la dignidad del hombre, imagen y semejanza de Dios, allí donde esa dignidad se considera mérito del ser humano y no una gracia. Y aunque en este país se construyan casas tan altas como las de Norteamérica y se erija un nuevo Hollywood —un HolleWut, «la furia del infierno», como podríamos decir en alemán— que constituya la felicidad de los actores, y miles de nuevas fábricas y hospitales, y de escuelas grandes y pequeñas, la gente no vivirá tranquila en las casas, ninguna sombra llegará a ser dichosa, no se
producirán en las fábricas mercancías que nos hagan felices, no se salvará en los hospitales a los moribundos y no se hará sabios en las escuelas a los estudiantes… sin la gracia, sin lo que llamamos «gracia».

Commenti

Post più popolari